Esta es la traducción que a mí me gusta más. Es la que creo más literaria y exacta. Dos palabras pueden tener el mismo significado y ser muy distintas.
Avanza plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda qué paz puede haber en el silencio.
En la medida de lo posible, sin claudicar, mantente en buenas relaciones con todos. Habla tu verdad tranquila y claramente, y escucha a los demás, incluso al tonto y al ignorante; ellos también tienen sus historias. Evita a las personas chillonas y agresivas: son vejaciones para el espíritu. Si te comparas con otros, podrías volverte vano o amargado, porque siempre habrá alguien mejor y alguien peor que tú.
Disfruta de tus logros así como de tus planes. Mantén el interés en tu carrera, por humilde que sea; es una posesión auténtica en la cambiante fortuna de los tiempos. Ejerce la prudencia en tus negocios, porque el mundo está lleno de engaños. Pero no dejes que esto te ciegue a la virtud que contiene; muchas personas luchan por altos ideales, y por todas partes la vida está llena de heroísmo. Sé tú mismo, y especialmente, no finjas el afecto. Ni tampoco seas cínico en el amor; porque por encima de toda aridez y desencanto, es tan perenne como la hierba.
Acepta mansamente el consejo de los años que pasan, y renuncia de buen grado a las cosas de la juventud. Alimenta la fortaleza de espíritu para escudarte ante la desgracia repentina, pero no te dejes trastornar con imaginaciones. Muchos temores nacen del cansancio y la soledad. Más allá de una sana disciplina, se amable contigo mismo. Eres un hijo del Universo, no menos que lo son los árboles y las estrellas: tienes pues derecho a estar aquí. Y tanto si es claro o no para ti, no hay duda de que el Universo se desarrolla como debe.
Por tanto, permanece en paz con Dios, como quiera que le concibas; y cualesquiera que sean tus trabajos y aspiraciones en la ruidosa confusión de la vida, mantente en paz con tu alma. Con toda su impostura, penalidades y sueños rotos, este es no obstante un mundo bello. Sé alegre. Lucha por ser feliz.
Max Ehrmann - Manuscrito hallado en la iglesia de Baltimore en 1927.
Traducción de R. A. Marañón Pérez.