Acaso yo me olvide que
nunca fuiste mía
Y mi loca quimera se
vaya con la muerte,
Y tú tal vez
recuerdes, con reprensión muy fuerte,
Que mucho me has amado
y que yo te quería.
Han pasado los años y
han sido como un día,
Y simplemente todo
será cual tierra inerte,
Fui débil amante y
acabé por perderte,
Aunque todo al final
fue agitación baldía.
Tomé frutas amargas de
un nuevo manzanil,
Que con sabor de
acíbar y herida de saeta,
Fueron mi inapetencia
y manjar desabrido.
Ahora somos viejos, y
el amor juvenil
Se perdió entre las
nubes de una mente poeta,
Del
que tanto te quiso y ahora vive el olvido.
Rafael Marañón