jueves, 28 de abril de 2011

¡TANTAS COSAS! Poema intimista



¡Tantas cosas! tantas cosas
Como pasan por la vida;
cosas que no controlamos,
que impiden quieta dormida.

Tantos recuerdos lejanos,
Tanto bregar con la vida,
Tanto amar, y el no sentido
Discurso que no se olvida.

Amor que cantan los mozos
Cuando cantan a su amada,
Desengaños y amor rotos;
Llorar sobre la almohada.

Y sentir lo que se siente
Ante la cruel lejanía,
Y no poder demostrarlo,
Aun estando en agonía.

Silencios; duras palabras;
Palabras que son sinceras,
Y que nos suenan vacías
Siendo tan firmes y enteras

Todo pasa, todo vuelve
al origen de la vida,
Y al Dios que siempre ignoramos
hasta el día de la partida.

La dulce melancolía
Vacía de cualquier motivo,
Pero que nos llena el alma
De un dulce placer esquivo.

Ya no quedan las hazañas
De la juventud dichosa,
Entre días claros y oscuros
De actividad afanosa.

Amainan, alma y cerebro;
Ya no hay locas fantasías
y ya aceptamos la muerte
con alivio y apatía.

Rafael Ángel Marañón 1967












































jueves, 14 de abril de 2011

¿CUANDO ESTARÉ CONTIGO?


 
  
¿Donde estaré contigo, Cristo amado?
¿Será en la nube azul? ¿En el oscuro
Tapiz del alto cielo, inmenso y puro,
O en oculta morada cautivado?

¿Y es posible Señor, siendo el dechado
De grandeza poder y amor seguro,
Que desciendas al hondo pozo, impuro,
Del pobre ser que a ti se te ha entregado?

¿Es tanta tu ternura, que no curas
De mezclarte con seres tan perdidos,
Y en tu amor, salvación de ellos procuras?

Solo en la fe de Cristo, en sus alturas,
Se puede comprender, que a mis gemidos
Acudas con tan célicas premuras.

Rafael Ángel Marañón  1986
AMDG

miércoles, 13 de abril de 2011

OLOR DE TI .- AL CRISTO ANHELADO



Olor a tí derramas, grato amado.
Impregnas en mi ser tu ser fragante,
Haciendo mi deseo tan anhelante,
Que creo morir del gozo deseado.

No quiero resistir, ni sufro enfado
En este afán febril, por que incesante
Me llama tu fulgor y delirante
Te busco deseándote a mi lado.

En esta lance cruel de suerte aciaga,
Me aferro firmemente a tu recuerdo
Y vivo en horizontes de esperanza.

Pleno de sed de tí que nadie apaga,
De ser lleno de amor, con tal acuerdo,
Que en paz y anhelo sufro tu tardanza.

Sumida en añoranza,
Espero que transpuesta esta frontera,
Me anegue, de tu luz, la gran lumbrera.
.
Rafael Marañón-2001.
























ANGUSTIA -poema libre-

 

En este estado de febril angustia,
Mi corazón gime desesperado
¿Por qué esta desazón que me desgarra?
¿Que cosa puedo hacer en tal estado?

¿Es la razón que falla y no responde?
¿Es la soberbia que a humillar me obliga?
¿Es la melancolía de la vida?
¿Es la esperanza pura fantasía?

Espero solo, en mi interior vencido,
E impulsos tengo de rasgarme el pecho
Para sacarme la serpiente odiosa,
Que silba en mi interior siempre al acecho.

Horror de vida, y un pavor de muerte,
Que igualmente, mi conciencia loca agita,
Me causan la tristeza, que infinita,
Parece no tener final conjuro.

¡Oh mi buen Dios! ¡Oh Cielos! ¡Jesús mío!
Sacadme de esta cárcel procelosa;
Libradme de esta sierpe que me acosa,
Y muerde con monótona fiereza.

¿Cuándo veré la luz?, ¿Cuándo la paz?
¿Es pues fatal, vivir de esta manera?
¿No hay bálsamo que cure poderoso
La angustia que me agobia y me lacera?

Sé que ni el hado esquivo ni fortuna,
Podrán tender amparo que dé fuero.
Tan solo en la esperanza, don del Cielo,
Podré al fin quedar libre, como anhelo.

martes, 12 de abril de 2011

TAMBIÉN LOS POETAS TIENEN SU PARNASO

AL POETA


Esta mañana, sin cita
Mi musa se ha presentado.
Es una musa bajita,
Rubia, graciosa y llenita
Y de esta forma me ha hablado.

No cejes nunca, poeta,
Porque tú eres el cimiento
Del sentir que busca esteta
La intuición y el sentimiento
El éxtasis y el tormento.

Le cantas a las estrellas,
A los suspiros de amores
De las mujeres más bellas
A la vida y a las flores,
Y al amante sus querellas.

Escrutas el universo
De la belleza y el verso.
Escudriñas en tu altura
La plenitud y la hondura
Del cosmos ancho y diverso.

Percibes la trascendencia,
De la más nimia balada
O la más profunda ciencia;
Todo adquiere congruencia
Ante tu aguda mirada.

Sondeas lo sacro y profano
De lo que esconde inconsciente
El hondo espíritu humano;
Del sufrimiento, el arcano,
Penetras profundamente.

El misterio de la luna,
La medida de las cosas,
Las entelequias hermosas
De amadores sin fortuna,
Atrevidamente glosas.

El fuego ves de la mente,
De las almas el volcán,
Del corazón el desván,
Del amor el aliciente,
De los cuerpos el afán.

Todo lo abarcas punzante;
En el niño, la ilusión,
Los arrullos del amante
Y arrebatas el instante
De la fogosa pasión

Captas la melancolía
Del que sufre y del que goza,
Del que ríe y se alboroza,
Del que llora de alegría
O del que pena rebosa.

Eres, poeta, el que saca
De su arcano el sentimiento;
El que con solo un lamento
A la pena da triaca
Y la cura en un momento.

Nunca quiso la poesía
Ser otra cosa que un canto
Que de natura el encanto
Trata siempre con porfía
De vestir con bello manto.

El poeta es escribano
De la realidad candente,
El que en su mágica fuente
Refrescar quiere al humano
Triste, afligido y doliente.

Poeta, no llores tanto;
Da a tu cítara alegría,
Ahoga la melancolía;
Entona ufano tu canto,
Y embriáganos de armonía.

Rafael Ángel Marañón  1998

domingo, 10 de abril de 2011

SIERRA NEVADA POEMA

 

Oigo cantar los vientos de mi Sierra Nevada;
La de nieves perpetuas e inefable balada.

Su belleza  es inmensa, rotunda y colosal,
Grandiosa su presencia, su perfil peculiar.

Sus soberbias laderas anduvieron las recuas
De mulas, abrumadas de cargas por sus sendas.

Y los bravos neveros  que en las cimas soberbias,
Sacan el duro hielo de profundas cavernas.

Y regresan cantando por profundas gargantas,
Hasta la seca urbe que su frescor aguarda.

Audaces transitando por riscos y cañadas,
Por senderos inciertos y abismales escarpas,

Pasando por la vida robando a la montaña,
Su nieve para darle frescura a la solana,

Desde altivos picachos y escabrosas laderas,
Que ofrecen un festín de esplendor por doquiera.

¿Do está la limpia nieve? ¿Do los hielos se guardan
Que aunque hondos y ocultos, esos neveros hallan?

Gente ruda que brega;  y sus nieves heladas,
al monte le arrebatan y las roba a las cárcavas.

Que se afana y escruta el hondo en la montaña,
Cobrando con esfuerzo, botín de escarcha blanca

Que Granada febril, anhela con nostalgia
Y el frescor de la Vega, del álamo y la  acacia, 

Acequias del Genil, regatos de la Alhambra,
Que es delicada gema, y es reina de prosapia.

Pues tan garbosa dama, de calinas tan ásperas,
No soporta rigores que anulan su fragancia.

Y un sol que cada tarde, mañana y madrugada,
Marchita con sus rayos a la  olorosa albahaca.

Que su fragancia encanta Sacromonte y Alhambra,
Del Albaicín las calles en noches embrujadas

Por finas azaleas de pulcra filigrana,
Y radiantes claveles que a brunos ojos guardan.

La sed y los ardores su blandura quebrantan;
Sus efluvios fragantes, la sequedad apaga. 

Deslucen los mensajes, que desde las persianas
Captan apuestos mozos que rondan las calzadas.

Noche, luna, y luceros, frescor de madrugada 
Necesitan las rejas y cierres de Granada

¿Adonde irán los mozos, si en penumbra celada, 
No aspiran el olor de búcaros y plantas?

Que adornan entre nardos, los ojos de la amada,
De abéñula anegados, y alguna vez, de lágrimas.

MODERNIDAD

Aquella sabiduría
Que tanto costaba antaño,
Aquel trabajo tan serio
Limpio, audaz, y sin engaño
De recios siglos pasados.

Todo ha sido reducido
A un saber superficial;
En datos que se acumulan
En un instante fugaz
En  acosadas memorias,

Es la  actual modernidad
Que  falsifica, arbitraria,
La  preclara inteligencia
De una  forma utilitaria
 Por  la  técnica opresora. 

Es fugaz conocimiento,
Superficial, anodino,
Tan meteórico y vulgar
  Agobiante en remolino
Que ligero se evapora. 

A poesía y literatura,
Que eternizaban milenios,
Las arrolla un aluvión
De epidérmicos ingenios
Ramplones y advenedizos . 

Inundan letra y figuras
Ante ojos insensibles.
Memorias que ya no pueden
Recordar, pues impasibles
Llegan datos sin parar.

Ni mente crítica queda
Ni serena reflexión,
Anegada en un diluvio
Por la continua agresión
De mensajes sin vivencias,

No hay cultura que nos llene
De franqueza y nos ilustre
La  diversa inmensidad
Del talento, que dé lustre
A la poesía de lo humano.

Hoy los libros son manjar
De poca gente sensible,
Porque el libro ya es trivial
  Volátil, sustituible
Por frívola información.

Esta nutre incontenible
A nociones, que huidizas 
En la memoria duraban
En vestigios de cenizas
En remolino agitadas.

La memoria se adormece
 Y los datos atorados
Reposan en los ficheros
Ya muertos, petrificados,
Hasta que relevan otros.

Nada es asimilado;
No hay riqueza de la mente
Todo es rápido pasar
Por el tiempo indiferente
Que voraz acucia hoy.

¿Porqué debemos leer?
¿De qué vale meditar?.
No hay reposo, no hay sosiego
Nadie se para a pensar
Ni ejerce discernimiento.

Es necesario parar
A ejercer conocimiento,
Que hoy es loco carrusel
Siempre en vano movimiento
Sin sabor, respiro o goce.

Una vacua sensación
A otra  sucede veloz
Como signo de este tiempo
Tan cambiante, tan atroz,
Tan insulso y tan precario. 

Solo quedan unos pocos
Locos del viejo ideal,
Irreductibles, tenaces,
Absortos en lo esencial
Y en su intrépida demencia

Impávidos se resisten;
Aguardan con gran paciencia
En su cándida utopía.
El triunfo de aquella ciencia
Anclados en su porfía.

Serán tal vez para siempre
 Los póstumos, pertinaces,
Los osados salvadores
Que vuelvan a restaurar
Del espíritu las voces.

Rafael Marañón   2011 
IDEA DE JUAN MANUEL DE PRADA.

sábado, 9 de abril de 2011

LOS PADRES

.

Dolor de soledad dí yo a mis padres.
Pago de incomprensión recibo ahora.
¿Porqué será buen Dios? ¿Porqué seremos,
Esclavos de tristezas infinitas,
Tristezas que carcomen todo el tiempo?
.
Así sintió mi padre cuando solo,
Mascaba su amargura y desaliento,
Rumiando sus angustias y pesares,
Que yo no compartí ni di consuelo
Inmerso en apremiantes menesteres.

Volviéndole la faz a mis mayores ,
Envuelto en la vorágine del mundo
Burlando a mi destino no miraba,
Por no sentír las penas de mis padres
La misma que acechaba a mi futuro.

¡Y hoy ya me toca a mí! y mi alma rota.
Que no quiso sentir, y despreciaba
La tétrica tortura en sus callados
Y tristes rostros que fingir trataban ,
Por no ser una carga en mi camino.

¡Oh, Dios de amor! Detén esta cadena
¿Habrá de ser así? ¿Qué sea perenne,
Este fatal anillo que eterniza,
La triste herencia, lóbrega y siniestra,
De mil generaciones de abandono?

¿Porqué, Señor, no rompes los grilletes
Y libras de tristeza el alma mía,
Salvando de mi mal a quienes ríen,
Y aprestan para sí tales terrores,
Haciéndole a tu ley fatal porfía?
.
Rafael A. Marañón Granada 3-7-2000

jueves, 7 de abril de 2011

DIME AMOR Poema




Cuéntame amor pues tanto te han cantado
¿Do fue el amor que se llevó la bella?
Graciosa y cantarina,
Cual si de mi dolor burlando hiciera
Fiesta de soledad contra mi alma.

Decidme, celos, pues siempre que alocados
Herís un corazón, con duros grillos
De sangre y fuego.
¿Adonde ha ido la piedad y apego
Que amalgamaba el corazón en ella?

¿Adonde iré que encuentre mi consuelo?
Si ya no está la estrella que entonaba,
Los tersos cantos
Que callaban al tierno jilguerillo,
Envidioso de mi dicha y su belleza.

Celo que hundes, ilusiones cándidas,
Que no respetas ni moral ni alma,
Ni dejas descansar
Al pobre corazón que cae en tus garras,
Que parecen delicias… y desgarran.

¿Donde dejaste la lealtad galana?
La tierna confianza ¿donde guardas?
Terca y desconfiada,
A mi alma triste sin piedad machacas,
Rompiendo vida, libertad y calma.

No siente el adornado pajarillo
Desconfianza por las libres alas
De su distante amada
Y yo, que amo a quien también me quiere
¿Por qué? ¿Por qué, sin compasión me asaltas?

Idos celos, detesto las cuchillas
De acero que me rasgan las entrañas,
Y quiebran mis anhelos
En mil pedazos que los vientos lanzan
Contra los arrecifes de otras pobres ánimas.

Vete y no vuelvas más que ya no quiero
Vivir, que no es vivir, en negros velos
Ni en oscuras celadas.
Quiero vivir tranquilo y descuidado
Pero ¿qué vida? ¡si me falta el alma!

Rafael Marañón 15 de marzo de 2005


















































http://blogs.hoy.es/poesia-y-espiritualidad/2009/12/30/dime-amor