viernes, 30 de diciembre de 2011

JUGUÉ, PERDÍ, PAGUÉ (POEMA)




Jugué, perdí, pagué: Estoy en paz;
Luché y lloré, nada le debo al mal
Amé a Jesús y libre fui de muerte.
Mi vida fue la de cualquier mortal
Que lucha y brega en su azarosa suerte.

En tierna juventud, a la manida
Moral banal sostuve la embestida.
Planté piedad, honestidad y empeño;
Que en estas pautas cimenté mi vida
Y fracasé; pero aun persigo el sueño.

En las místicas noches del abismo
De nieblas y quimeras de heroísmo,
Busqué del Cielo auténtica verdad,
No me entregué al político cinismo,
Ni ofuscaron ganancias de maldad.

Y sé que ningún hombre a mi porfía,
La réplica me dio, precisa y fría
Y yo en esta barquilla aun zozobrada
Me encuentro solo y pleno de alegría,
Bregando osado y firme en la remada.

¿El amor? Es tenue, etéreo y eternal
De Dios en su pureza y armonía,
Pues nunca es de la humana algarabía
Llenar de las personas su ideal,
Ni de heces se nutre la poesía.

De ensueños he vivido y añoranza
Del Cielo que es mi aspiración a ultranza.;
Quiero con ilusión vivir sin pena
Aunque sepa del mundo la mudanza
Y del amor la efímera cadena.


Nunca juzgué ni condené al hermano,
Pues no se hace juicio en equidad
A enigma oculto en corazón humano
Que en fragosa y profunda intimidad
Es más abstruso que insondable arcano.

Amé a la humanidad, lloré en sus llantos
Consciente de sus grandes desencantos,
Pues mi alma aprendió de mi interior
Sin consultas de magos, ni de espantos
Que somos todos valiosos para Dios.

Al silbo de Jesús corrí tras Él.
Luché por la justicia y el derecho,
De nadie quise cohecho ni cuartel
Pues solo en Dios me impulso y me pertrecho,
Del vívido acicate de mi fe.

Gusté del altruismo y la virtud;
A pobres y dolientes comprendía.
Abrí mi corazón en plenitud,
De Dios gocé gracias en multitud
Y muchas más espero todavía.

Sigo amando... y en pos de mi llamada,
Pues vida sin amor deviene en nada;
Con Cristo me despido en buen talante,
Afable faz, sonrisa relajada,
Que aquí no hay nada eterno... ni importante.

CUALQUIER NOCHE

 

La noche entraba gélida y oscura,
Mis niños se encontraban ya en la cama,
Habíamos orado al retirarnos,
Y en casa calentaba alegre llama

Unos golpes sonaron en la puerta,
Llamando tan premiosos y excitados
Que causaban temor y sobresalto,
Por molestos premiosos y agitados.

¡Silencio! En queda voz les susurré,
Es solo un indigente el que ha llamado;
De hambre, frío y de llamar cansado
Pronto se marchará para otro lado.

Poco a poco el embate seco y ronco
Se fue debilitando lentamente
Y yo me abandoné con desenfado,
Calmado en mi conciencia y en mi mente.

Al cabo las llamadas concluyeron,
En tibia cama me torné a envolver,
De nuevo el dulce sueño me envolvía,
Feliz durmiendo hasta el amanecer

Al despertar al alba el nuevo día,
Fui tranquilo mi puerta a franquear
Y en el quicio, con horror, rígido y gris,
Un gélido cadáver vine a hallar.

Helado, en indigencia y abandono,
Aquel hombre pidió que yo le abriera,
Y por no molestarme en ampararle,
En mi puerta dejé que se muriera.

¡Cuantas veces dejamos nuestra puerta
Cerrada con cerrojos de egoísmo,
Y al abrir hemos visto a la mañana
Las víctimas de nuestro narcisismo!

Andemos con Jesús la senda estrecha,
Tratemos a los pobres con cuidado,
Saquemos a la puerta nuestra entraña,
Y no quede Jesús abandonado.


martes, 27 de diciembre de 2011

RAFA BLONDO

.
Alborotan mis fatigados huesos
Las frases con que en gracia placentera,
Mi nieto reconforta mi chochera,
Llenándome de apasionados besos.

De gracia y de inocencia, sus excesos
Me alborozan; su blonda cabellera
Acaricio cual áurea cimera
Que me encanta en divinos embelesos.

No puedo resistirme a su cariño,
Ni quiero despegarlo de mis brazos,
Pues rompe mi tristeza en mil pedazos.

Y es tanto lo que quiero yo a mi niño,
Que siento cuando duerme en mis regazos,
Que da mi corazón aldabonazos.

lunes, 26 de diciembre de 2011

EL ESPÍRITU SANTO


Rumor intenso que me inunda el alma,
 Respira rumoroso amor del Cielo;
Revela anhelos con su vivo celo,
En dulce música que suave calma

Espíritu sagrado, inmensa palma,
Que se abre generosa y da consuelo.
Brocal de donde brota el arroyuelo,
De dulce néctar que mi ser encalma.

Rielando suave sobre eternas olas,
De amor divino limpio y verdadero,
Así eres tú, cordial, que a nadie violas

Sin negras penas, ni temer dolores,
Fragante, alegre, y tierno mensajero,
Rebosa el corazón de tus dulzores.

Envuelto en tus amores,
Tan suave gozo encuentro en tu vivero,
Que a ti me entrego, en gozo placentero.

domingo, 25 de diciembre de 2011

MI HIJO PEQUEÑO


Perfume delicioso, aliento mío,
Fragante pebetero primoroso,
Fervor que siendo fuego esplendoroso,
Recóndito discurre, oscuro y frío.

Silente majestad de bosque umbrío
Que guarda recatado enigma añoso
Y lo oculta con celo riguroso,
Temiendo desatarlo a su albedrío.

Amor continuamente disfrutado
Al paso de mi vida, y poseído,
Consuela de la pena y del olvido.

Tal hijo me entregó como un legado,
Mi Dios, y en su largueza regalome,
Y gracias doy al don y al que lo diome.

Rafael Marañón-Granada-5 de Julio 1973

martes, 13 de diciembre de 2011

LÍRICA CANCIÓN DE UN GRILLO (Romance en cuartetas de rima asonante)



ROMANCE

Lírica canción de un grillo
Rota de tanto cantarla.
El agua, mansa en la fuente,
Se calla para escuchar.

Unas palabras ansiosas
Se susurran en el alba:
Serrano, yo a tí me entrego
En esta blanca alborada.

Gustosa te doy mi cuerpo
Y el alma también te he dado,
Que tanto uno como otra,
Solo para ti las guardo.

Tus ojos como cuchillos
Me taladraron el alma
Y tanto y tanto te quiero,
Que hasta mi aliento se para.

Manos de dedos vehementes,
Buscan bajo  las frazadas
Y dos, en  ardientes besos,
Se funden de madrugada.

Mil lenguas como cuchillos,
Hipócritas se preparan
Y por la envidia afilados
Sentencian a los que aman.

Pobre del que aquella noche,
Repleto de saña amarga
Juzga maligno y condena,
Lo que tanto él echa en falta

No temas chiquilla mía
De haberme amado bizarra,
Que yo, como hombre de bien,
Me hago cargo de tu fama.

El gallardo mozuelillo
Y la adolescente dama,
Sus promesas entrecruzan
Al despuntar la alborada.

La luna que les contempla,
Se refleja en la fontana
Y a una nube guiña un ojo
Cómplice de aquella magia.

Furtivo se va el mocito
Llena el alma de nostalgia,
La chiquilla, embelesada,
Queda suspirando al alba.

En los cristales mojados
De su aliento en la ventana,
Sus manos suaves de nácar
Posan ansiosas las palmas.

Y en su pecho prieto y terso
Hecho de marfil y ámbar,
Los suspiros se refugian
Por miedo de traicionarla.

domingo, 11 de diciembre de 2011

RECUERDOS DE MI NIÑEZ (MI BREVE IMPRESIÓN DE LA GUERRA)




Vista Alcalá la Real 



Yo tenía apenas dos añitos, aunque más adelante entre lo que vi y lo que me contaban mis mayores y extraños, me di cuenta de aquella tragedia que marcó mi vida como la de tantos niños de la guerra, que vimos a nuestra corta edad, bombardeos, combates de artillería etc. y supimos de fusilamientos y las cosas que llevan consigo las guerras civiles. Esto era allí mismo en un desgraciado pueblo, en donde el movimiento fracasó y tomaron presos a los más destacados de los sublevados a los que fueron fusilando.

Fue un tiempo de terror y de personas refugiadas y escondidas, hasta que las tropas nacionales entraron en el pueblo, y lo que es peor, lo coparon, por lo que fueron embolsados todos los que no pudieron huir, en la falsa confianza del fracaso de Queipo de Llano el general que mandaba el Ejercito nacional del Sur y refugiados en la convicción de que los rebelde fracasarían.

Fácil es imaginar las escenas de venganzas, justicia sumarísima y sin demasiadas concesiones a la legalidad, que naturalmente en cada bando eran distintas. Aunque de un monótono perfil de conducta, para con los que capturaban.

Peor aun, fue la situación en que quedaron los frentes, después del relativo asentamiento de los frentes del Sur. En la fortaleza de la Mota quedaron las tropas levantadas, y en la otra y enfrente (Tajos de Charilla y los Llanos) estaban los republicanos, que no eran tales, puesto que se componían de anarquistas y sindicalistas de los más extraños procedencias y castas, etc. que en lo que menos pensaban, era en una república... y menos, burguesa. Sencillamente querían la revolución comunista y por ende, atea.

Los sublevados entendieron esta situación, y luchaban con la misma ferocidad que los otros, ya que sabían que lo que defendían era evitar un soviet en España y la desarticulación de la nación. Que lo fuera o no es era la impresión y la mentalidad de, los unos y la convicción de los rojos de que solo cabía la eliminación (exterminio) de las clases medias y sobre todo de los propietarios.

Vi como de una a otra posiciones se intercambiaban disparos de cañón constantemente, y el rugir de los cañones se metía en el cerebrito de los niños, guardados celosamente por sus madres y padres en los sótanos más profundos de la ciudad. El frente estaba a ambos lados en las alturas, teniendo a la ciudad en medio de sus disparos y nunca faltaba alguno que otro, al menor movimiento sospechoso.

Mi mayor impresión, fue cuando una bomba cayó enfrente de la casa donde nos refugiábamos, y vi sacar el cadáver de la dueña de la casa (Doña Visitación), totalmente emborrizada como una croqueta. Y pude hacerlo, porque mi madre buscaba desesperadamente a mi hermano mayor, que con un primo estaba viendo los aviones… en la terraza. Milagritos que se dan.

Imagínense las represalias por los bombardeos, y los bombardeos como represalias. Terminó la guerra y empezaron los juicios sumarísimos, cada vez más templados según se enfriaban los odios. Aun antes de acabar y en los finales de 1938, hubo bombardeos en venganza por la derrota republicana en la famosa batalla del Ebro.

Recuerdo uno, de dieciocho aviones machacando una ciudad desarmada, que ni era paso para avances ni estaba ya al alcance de un ejército en esas fechas derrotado en la  ya decisiva batalla del Ebro, que tantas bajas produjo. Fue llamada “batalla de desgaste” de ambos bandos, en la que triunfaría el que fuera capaz de asumir más pérdidas y reponerlas en hombres y material.

Verdún, en Francia, fue la primera ciudad y batalla nombrada así, por las espantosas pérdidas sufridas por ambos beligerantes; Francia y Alemania.



http://www.todopueblos.com/aweb.php?pagina=http://www.alcalalareal.net

viernes, 9 de diciembre de 2011

TODO ME LLEVA A TI



Todo me lleva a ti pues tú me acosas
Con limpio titilar en los luceros;
Me llevan los complejos hormigueros
Y el mágico portento de las rosas.

Me impelen las estrellas candorosas,
Los regatos que liban mil jilgueros,
Las cimas donde posan altaneros
Los cóndores de garras poderosas.

Todo me lleva a ti, señor de todo;
Desde el cielo que encanta nuestros ojos
A la vida que bulle en verde lodo.

Todo hacia ti me empuja en tal manera
Que postrado ante ti, pobre y de hinojos,
Espero de tu gracia la lumbrera.

sábado, 3 de diciembre de 2011

CANTO ANTIGÜO


Cantaron los arcángeles del cielo
Canto antiguo, directo al corazón,
En coro de divino amor y celo,
Al ser establecida La Creación.

Compren
do, aun siendo yo tan altanero,

Lo grande en tu palabra y tu actuación;
Quisiera ser de todos el primero
Que cante a tu grandeza con fruición.

No quiero hablar de flores ni de mares
Que son pequeños trozos de tu obra;
Ni tampoco del alma que alcanzares,
Que solo tú conoces ya de sobra.

Buscando lo profundo de tu herida
Quiero libar del fondo de tu amor,
Llenarme del secreto de la vida
Y ser contigo uno en el dolor.

Y quiero junto a ti, con dulce vino
De prístina y espléndida creación,
Llenarme de tu espíritu divino
En gozo, paz, en éxtasis y unción.

CADA SOMBRA




Cada acto comporta consecuencias,
Cada dólar contiene cara y cruz,
Cada gozo de penas se acompaña,
Cada sombra se forma de la luz.

Cada gloria conlleva su tragedia,
Cada hombre es incompleto sin mujer,
Cada dama sin hombre es mata seca,
Cada vida es la muerte del nacer.

Son claras las lecciones de la vida,
Con ellas es posible comprobar,
Que el bien y el mal siempre se complementan,
Y hay mal para que exista libertad.

Dejemos pues a Dios, que bien gobierna
La vida de su espléndida creación;
Bebamos de su Cristo en la cisterna,
Y alumbre su virtud la salvación.

Cada acto comporta consecuencias,
Cada dólar contiene cara y cruz,
Cada gozo de penas se acompaña,
Cada sombra se forma de la luz.

Cada gloria conlleva su tragedia,
Cada hombre es incompleto sin mujer,
Cada dama sin hombre es mata seca,
Cada vida es la muerte del nacer.

Son claras las lecciones de la vida,
Con ellas es posible comprobar,
Que el bien y el mal siempre se complementan,
Y hay mal para que exista libertad.

Dejemos pues a Dios, que bien gobierna
La vida de su espléndida creación;
Bebamos de su Cristo en la cisterna,
Y alumbre su virtud la salvación.

sábado, 26 de noviembre de 2011

JOVEN BELLA Soneto bizco


Mirada que impresiona por sincera,
Un rostro que es perfecto en armonía,
La voz suena a la vez templada y fría,
Y esconde una profunda y gran quimera.

Alma de niña, corazón ardiente,
Recónditos sentires de nostalgia;
Segura de su mente y de su gracia
Distante en su expresión serena y riente.

Tal es al par, lejana y asequible,
Subyuga en paradojas femeniles,
Carácter ingenioso y bonancible.

¡Venus, inteligente!, cual estatua
Original y clásica en un todo,
Eres jovial y alegre, sin ser fatua.

jueves, 24 de noviembre de 2011

CANTANDO UN RUISEÑOR.



Cantando un ruiseñor en la alameda
Rompía de la fraga su reposo,
Haciendo retumbar muy afanoso
La inmensa catedral de la arboleda.

Cantaba alegre la avecilla leda,
Himno de amores tierno y rumoroso,
Llamando a su Señor tan animoso,
Con dulce trino suave como seda.

Bella canción de amor cadente y grata.
Sonora mostración de la armonía,
Que rompe el cazador con artería.

La flecha cruel partió en alevosía
Rompiendo un corazón enamorado
Para el triste placer de un desalmado.

Es triste que al dechado
De vida, amor, consuelo y dulce calma,
Destroce hombre feroz, sin fe y sin alma.

Granada-2001.

MI PADRE; (UN GRANDE)

 
.
Fuerte varón, leal, y sin falsía.
De cuerpo enhiesto y noble continente,
Constante en su sentir, serio y valiente,
Ornado de nobleza  y férrea  hombría
.
De digno porte y grata cortesía,
Su entorno equilibraba muy prudente;
Consejos dispensaba sabiamente,
Repleto de equidad y bizarría,
.
Muy alto, fortachón ¡tan elegante!
Su mítica figura era admirada,
Y fue de las mujeres codiciada.
.
Callado, generoso, gran amante,
Ni a nadie se humilló con la mirada,
Ni nunca codició de nadie nada.
.
.
25 de Julio de 1993.

martes, 22 de noviembre de 2011

MI MADRE; LIBRADA BARRIO CASTRO


¡Qué dulce es tu recuerdo, madre mía!
En corazón y mente se entremezclan,
Memoria tuya, lánguida armonía,
Y cálida nostalgia me penetra.

¡Qué fuerte, dulce, y cariñosa era!
Su voz amable todo lo calmaba,
Firmes y suaves eran sus consejos,
Su clara vista todo lo apreciaba.

Primera en allanar y buscar calma,
Piadosa disculpaba y perdonaba;
La paz en ella era cotidiana,
Cariño suyo a nadie le faltaba.

Tus hijos disfrutaban tu presencia,
Tu blando amor buscaban a tu vera,
Teniendo en ti el apoyo y el reposo,
Más fuerte cuanto más humilde era.

¡Tan frágil fuiste tú tan comprensiva!
Tan tierna, tan pacífica y afable,
Que no supimos ver en tu pureza
La noble y gran modestia inagotable.

¡Qué diario renunciar! ¡Qué dulce entrega!
¡Qué plácido escuchar, qué buena amiga!
¡Qué mansos  ojos, cálidos y amables!
¡Qué tímida  humildad! ¡Qué noble auriga!

De fuerte catedral era arbotante.
De sólido crucero fue la clave,
Del gran clan familiar el contrapunto,
Del lago familiar era la nave.

Amada y muchas veces envidiada,
Graciosa, con donaire muy pulido;
Tan bella entre las bellas y galanas,
Prudente donde hablaban comedido.

Sensible hasta la médula más honda,
Despierta, aunque siempre fue discreta.
Serena entre el rugir de las pasiones,
Callada y escuchando siempre quieta.

Sufrió con quien sufría y quien lloraba,
Fue noble, generosa, dadivosa...
Su pan siempre comió con su trabajo
Y madre supo ser... y tierna esposa.

¡Qué sabios sus consejos dispensaba!
¡Qué de hondas confidencias recibía!
Tal paz y amor constante derrochaba,
Que todos de su lado en paz volvían.

Su plácida mirada arrulladora,
Su voz serena a todos conciliaba,
Su blando arbitrio en las rencillas era,
La reconciliación siempre lograda.

No fuiste fantasía de poeta.
Sí, humilde ingenuidad, amor y agrado.
Así eras tú, poema de ternura.
Bordón de apoyo en lucha contra el hado.

Su rústica cantiga arrulladora,
Relatos gratos llenos de razones.
Antiguos cuentos, gratos folletines,
E historias que alegraban corazones.

Tus niños cobijaste con tus risas,
Con ellos compartiste alegrías,
Llenabas el hogar con tu presencia,
Y siempre que fallaban, comprendías.

Fanal luciente fuiste ante tus hijos;
Les diste orientación cuando buscaban,
La buena compañera que algún día,
A tí de alguna forma, asemejara.

Todos te amaron, hijos y parientes,
Amigos todos de tu probidad;
Eras consuelo en toda desventura
Y sabia administrando tu equidad.

Lisonjas mundanales no quisiste
Y no nos enseñaste tal engaño.
Glorioso tu lugar te preparaste,
Confiando en Dios y a todos perdonando.

Letrada no quisiste ser; sí amante.
A esposo y a tus hijos diste su vida,
Mujer de agradecida no encontrara,
Varón, entre sus brazos protegida.

Una entre mil;  entre un millón tú eras.
Yo en torpe glosa quiero ir desgranando
Tu luz, tan suave, lúcida y graciosa,
Que tímida nos fuiste derramando.

¡Qué desazón!  ¡Qué torpes son mis artes!
¡Que mórbidos y endebles mis esfuerzos!
Ni en tinta en el papel pueden glosarte,
Ni aciertan a expresar mis sentimientos.

Madrina del amor y la concordia;
Un hada que nos dio su dulce gloria,
Que supo perdonar y ser sincera,
Llenando de nostalgias la memoria.

Ya no estás junto a mí, paloma amada;
Pasando el discurrir por esta vía,
En medio de los sueños y las luchas,
Jamás se borrará tu tierna guía.

Al caminar por los caminos secos,
Mi mente se refresca en tu recuerdo .
De aquellos años que pasé contigo,
Memoria hago, y olvidar no puedo.

Princesa de la paz; mi dulce madre,
¡Quién diera disfrutar de aquel pasado!
Más ya con tu esperanza anticipaste,
Gozosa tu reencuentro asegurado.

Librada, madre, adiós, tierna alma mía,
Modelo de mujeres; no hay letrado
Tan diestro en arte y en oficio experto,
Que cante con justicia tal dechado.

Adiós, mi dulce amor ¡Hasta la vista!
En Gloria ante mi Dios, en quien espero,
En Cristo, en quién pusimos confianza,
Celados compartiendo su consuelo.