domingo, 15 de julio de 2012

MONJITA.



En el silencio solemne
Del convento,
Una monjita sentada
Suspira,
Bordando callada un tul.

En sus manos marfileñas,
Suaves, finas,
Que surcan venas de azul,
Un libro
Se muestra breve un momento.

Toma su devocionario
Quedamente.
Su pensamiento se eleva
Sereno,
En una mansa oración.

Ojos glaucos, mortecinos,
De convento,
Claros como un firmamento
De cristal,
Enmarcados en marfil.

¿Qué piensa la joven monja
Tan callada
Bordando velo de tul,
Tan fino
Como la toca monjil?

¿Acaso tal vez se acuerda
Soñadora,
De aquel guapo pretendiente
Al que amó
Antes de entrar al convento?

Absorta en su pensamiento
Que es posible
Solo oculta un sentimiento,
Un afán
Sensual y porfiado.

Del labio brota un suspiro
Reprimido
Y de su pecho agitado,
estertor
De una oscura reprensión.

La monjita se recoge
Y en secreto,
Una oración balbucea,
Inquieta
De su pensamiento audaz.

Al confesor ella espera
Declararle,
Aquello que su alma quiere
Dominar,
Sin lograrlo ni un momento.

Tristeza que espera gozo
Sin congoja,
Ayuda a vivir mejor
El tedio,
De ese convento opresor.

De pronto alza la cabeza
Animosa
Y musita una oración,
Que libre
De pena su corazón.

Que pulida es la monjita
Tan bonita,
Que quiere guardar muy fiel
Su cita
Con su invisible doncel.


2 comentarios:

  1. bello romántico... AYER FUI A UN CONVENTO, y de las que debian ser pobres y austeras, y mas bien aburguesadas y comodonas, otro club de prejubiladas y de egos conjuntos en el mundo. Bañado de espiritualismo y de beateria. Cuanta pasta tendrán escondida además?? DE PENA.

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  2. Jejeje Ya vas conociendo la puerca vida
    Y sin embargo tan maravillosa
    Miremos a las personas con ojo bueno y a las cosas que suceden con espíritu crítico sin pasarse
    Un abrazo, Alex

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