jueves, 24 de noviembre de 2011

CANTANDO UN RUISEÑOR.



Cantando un ruiseñor en la alameda
Rompía de la fraga su reposo,
Haciendo retumbar muy afanoso
La inmensa catedral de la arboleda.

Cantaba alegre la avecilla leda,
Himno de amores tierno y rumoroso,
Llamando a su Señor tan animoso,
Con dulce trino suave como seda.

Bella canción de amor cadente y grata.
Sonora mostración de la armonía,
Que rompe el cazador con artería.

La flecha cruel partió en alevosía
Rompiendo un corazón enamorado
Para el triste placer de un desalmado.

Es triste que al dechado
De vida, amor, consuelo y dulce calma,
Destroce hombre feroz, sin fe y sin alma.

Granada-2001.

No hay comentarios:

Publicar un comentario