sábado, 23 de marzo de 2013

QUEJAS A DIOS



Como  rayos de luz desenfocados,
Ajeno a la ortodoxia y a los ritos,
Llorando y denostando tu paciencia
Te llamé, ignorando tú mis gritos
Ansiosos, y en la angustia atolondrados.

No voy a recordarte mis pecados
Pues que ya los conoces y que ahítos
De herirme la razón y la conciencia 
Me afluyen sin cesar con mis delitos,
Rigores de alma ya desesperados.

¿Y me pruebas? endeble reconozco
Mis faltas, y percibo mi flaqueza
¡Que tu ley, me hizo odiar mis apetitos!

¿No ves Señor que soy muy torpe y tosco?
¿Que mi razón no alcanza tu grandeza

Aunque sueñe con cielos infinitos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario