domingo, 10 de abril de 2011

SIERRA NEVADA POEMA

 

Oigo cantar los vientos de mi Sierra Nevada;
La de nieves perpetuas e inefable balada.

Su belleza  es inmensa, rotunda y colosal,
Grandiosa su presencia, su perfil peculiar.

Sus soberbias laderas anduvieron las recuas
De mulas, abrumadas de cargas por sus sendas.

Y los bravos neveros  que en las cimas soberbias,
Sacan el duro hielo de profundas cavernas.

Y regresan cantando por profundas gargantas,
Hasta la seca urbe que su frescor aguarda.

Audaces transitando por riscos y cañadas,
Por senderos inciertos y abismales escarpas,

Pasando por la vida robando a la montaña,
Su nieve para darle frescura a la solana,

Desde altivos picachos y escabrosas laderas,
Que ofrecen un festín de esplendor por doquiera.

¿Do está la limpia nieve? ¿Do los hielos se guardan
Que aunque hondos y ocultos, esos neveros hallan?

Gente ruda que brega;  y sus nieves heladas,
al monte le arrebatan y las roba a las cárcavas.

Que se afana y escruta el hondo en la montaña,
Cobrando con esfuerzo, botín de escarcha blanca

Que Granada febril, anhela con nostalgia
Y el frescor de la Vega, del álamo y la  acacia, 

Acequias del Genil, regatos de la Alhambra,
Que es delicada gema, y es reina de prosapia.

Pues tan garbosa dama, de calinas tan ásperas,
No soporta rigores que anulan su fragancia.

Y un sol que cada tarde, mañana y madrugada,
Marchita con sus rayos a la  olorosa albahaca.

Que su fragancia encanta Sacromonte y Alhambra,
Del Albaicín las calles en noches embrujadas

Por finas azaleas de pulcra filigrana,
Y radiantes claveles que a brunos ojos guardan.

La sed y los ardores su blandura quebrantan;
Sus efluvios fragantes, la sequedad apaga. 

Deslucen los mensajes, que desde las persianas
Captan apuestos mozos que rondan las calzadas.

Noche, luna, y luceros, frescor de madrugada 
Necesitan las rejas y cierres de Granada

¿Adonde irán los mozos, si en penumbra celada, 
No aspiran el olor de búcaros y plantas?

Que adornan entre nardos, los ojos de la amada,
De abéñula anegados, y alguna vez, de lágrimas.


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