lunes, 4 de abril de 2011

LÍRICA CANCIÓN.


Romance

Lírica canción de un grillo
Rota de tanto cantarla.
El agua, mansa en la fuente,
Se calla para escuchar.

Unas palabras ansiosas
Se susurran en el alba:
Serrano, yo a tí me entrego
En esta blanca alborada.

Gustosa te doy mi cuerpo
Y el alma también te he dado,
Que tanto uno como otra,
Solo para tí las guardo.

Tus ojos como cuchillos
Me taladraron el alma
Y tanto y tanto te quiero,
Que hasta mi aliento se para.

Manos de dedos vehementes,
Buscan bajo  las frazadas
Y dos, en  ardientes besos,
Se funden de madrugada.

Mil lenguas como cuchillos,
Hipócritas se preparan
Y por la envidia afilados
Sentencian a los que aman.

Pobre del que aquella noche,
Repleto de saña amarga
Juzga maligno y condena,
Lo que tanto él echa en falta

No temas chiquilla mía
De haberme amado bizarra,
Que yo, como hombre de bien,
Me hago cargo de tu fama.

El gallardo mozuelillo
Y la adolescente dama,
Sus promesas entrecruzan
Al despuntar la alborada.

La luna que les contempla,
Se refleja en la fontana
Y a una nube guiña un ojo
Cómplice de aquella magia.

Furtivo se va el mocito
Llena el alma de nostalgia,
La chiquilla, embelesada,
Queda suspirando al alba.

En los cristales mojados
De su aliento en la ventana,
Sus manos suaves de nácar
Posan ansiosas las palmas.

Y en su pecho prieto y terso
Hecho de marfil y ámbar,
Los suspiros se refugian
Por miedo de traicionarla.

Rafael Marañón.

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